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martes, 11 de junio de 2019

Rotura del tendón de Aquiles




Rotura del tendón de Aquiles

La rotura del tendón de Aquiles es una lesión que afecta la parte trasera de la pantorrilla. Ocurre principalmente en las personas que practican deportes recreativos, pero puede sucederle a cualquiera.
El tendón de Aquiles es un fuerte cordón fibroso que conecta los músculos de la parte trasera de la pantorrilla con el hueso del talón. Si estiras excesivamente el tendón de Aquiles, puede desgarrarse (romperse) total o parcialmente.
Si el tendón de Aquiles se desgarra, es posible que oigas un chasquido, seguido inmediatamente de un dolor agudo en la parte trasera del tobillo y la pantorrilla, que probablemente afecte tu capacidad de caminar correctamente. Con frecuencia, se realiza cirugía para reparar la rotura. Sin embargo, para la mayoría de las personas, el tratamiento no quirúrgico también funciona.

Síntomas

Si bien es posible no presentar signos o síntomas con la rotura del tendón de Aquiles, la mayoría de las personas tiene lo siguiente:
  •       Sensación de haber recibido un golpe en la pantorrilla
  •       Dolor, posiblemente intenso, e hinchazón cerca del talón
  •       Imposibilidad de doblar el pie hacia adentro o de «empujar» la pierna lesionada   hacia adelante al caminar
  •       Imposibilidad de pararse en puntas de pie sobre la pierna lastimada
  •       Un sonido de rotura o quiebre cuando ocurre la lesión

Cuándo consultar al médico

Busca atención médica de inmediato si oyes un chasquido en el talón, sobre todo, si te cuesta caminar posteriormente.

Causas

El tendón de Aquiles te ayuda a apuntar el pie hacia abajo, a levantar los dedos del pie y a empujar el pie hacia adelante al caminar. Lo usas prácticamente cada vez que caminas y mueves el pie.
Por lo general, la rotura ocurre en la parte del tendón ubicada a 2 1/2 pulgadas (alrededor de 6 cm) del punto en el que se une al hueso del talón. Esta parte puede tender a romperse si recibe poco flujo de sangre, lo que también puede afectar su capacidad de sanar.
Generalmente, las roturas se producen por un aumento repentino de la presión ejercida sobre el tendón de Aquiles. Los ejemplos más frecuentes son:
  •      Incrementar la intensidad de la actividad deportiva, sobre todo, en deportes que implican saltar
  •      Caer de lo alto
  •      Pisar un hoyo

 

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de rotura del tendón de Aquiles son:
·         Edad. La edad pico para la rotura del tendón de Aquiles es de 30 a 40 años.
·         Sexo. Es cinco veces más probable que la rotura del tendón de Aquiles ocurra en hombres que en mujeres.
·         Deportes recreativos. Las lesiones del tendón de Aquiles ocurren con más frecuencia en deportes que implican correr, saltar e inicios y paradas repentinos, tales como el fútbol, el básquetbol y el tenis.
·         Inyecciones de esteroides. A veces los médicos inyectan esteroides en la articulación del tobillo para reducir el dolor y la inflamación. Si embargo, estos medicamentos pueden debilitar los tendones cercanos, y se los ha asociado a roturas del tendón de Aquiles.
·         Determinados antibióticos. Antibióticos de fluoroquinolona, como la ciprofloxacina (Cipro) o la levofloxacina (Levaquin), aumentan el riesgo de rotura del tendón de Aquiles.
·         Obesidad. El sobrepeso puede ejercer más presión en el tendón.


Prevención

Ejercicio de estiramiento de pantorrilla

Para reducir el riesgo de padecer problemas en el tendón de Aquiles, sigue estas sugerencias:
·         Estira y fortalece los músculos de la pantorrilla. Estira la pantorrilla hasta que sientas un tirón evidente, pero no doloroso. No rebotes mientras estiras. Los ejercicios para estirar las pantorrillas también pueden ayudar al músculo y al tendón a absorber más fuerza y prevenir la lesión.
·         Varía tus ejercicios. Alterna deportes de alto impacto, como correr, con deportes de bajo impacto, como caminar, nadar o andar en bicicleta. Evita actividades que provoquen tensión excesiva en los tendones de Aquiles, como la carrera de montaña y las actividades de salto.
·         Elige con cuidado las superficies para correr. Evita o limita correr sobre superficies duras o resbaladizas. Vístete adecuadamente para entrenar en climas fríos y usa calzado deportivo que se ajuste adecuadamente, con una amortiguación correcta en los talones.
·         Aumenta gradualmente la intensidad del entrenamiento. Es frecuente que las lesiones del tendón de Aquiles ocurran después de aumentar abruptamente la intensidad del entrenamiento. Aumenta la distancia, la duración y la frecuencia de tu entrenamiento, como máximo, un 10 por ciento por semana.


¿Qué es la OTITIS y sus síntomas?



Qué es
La otitis es una inflamación del oído causada, generalmente, por una infección. El tipo más común de esta afección es la denominada otitis media, que está provocada por la inflamación del oído medio, que se encuentra en la parte posterior del tímpano.
La otitis media es la enfermedad más común en la infancia -sobre todo en menores de 3 años- después de las infecciones virales de las vías respiratorias altas.
Dependiendo de la evolución de la enfermedad, puede conducir a la secreción de líquido (denominada otitis media seromucosa) en la región del oído medio. El líquido puede ser de tipo seroso (fluido, similar al agua), mucoso (viscoso) o purulento (pus).
Causas
La trompa de Eustaquio se encuentra entre el oído medio y la parte posterior de la garganta y su función es drenar el líquido que se produce en el oído medio. La infección se ocasiona cuando esta estructura se ve bloqueada y, por lo tanto, acumula el líquido, dando lugar a una disfunción tubárica.
La obstrucción de la trompa de Eustaquio muchas veces puede originarse por motivos intrínsecos o extrínsecos.
Intrínsecos: Se deben a la inflamación de la mucosa de la trompa de Eustaquio por un problema infeccioso o alérgico.

· Extrínseca: Habitualmente de causa mecánica producida por una hipertrofia adenoidea(vegetaciones).

Los gérmenes que se detectan con más frecuencia en la otitis media son el streptococcus pneumoniae, el haemophylus influenzae y con menor frecuencia la bramanella catarralis, el streptococcus del grupo A y el staphylococcus aureus.
Además de las bacterias, también juegan un papel muy importante en la patogenia de la otitis media los virus, siendo los más frecuentemente implicados el virus respiratorio sincitial, el virus influenzae, el virus parainfluenzae, adenovirus, rinovirus y enterovirus.
Otras posibles causas son la infección de la vía respiratoria alta, problemas alérgicos y trastornos de la función ciliar del epitelio respiratorio de la vía respiratoria alta.

Síntomas

En la forma aguda de la enfermedad existe dolor de oído (otalgia), fiebre, tinnitus e irritabilidad. Con menos frecuencia se puede presentar otorrea (supuración), vértigo y, muy poco frecuentemente, parálisis facial.
La otitis media afecta a todos los grupos de edad, pero es más frecuente en el período de edad comprendido entre los 0 y los 7 años. A partir de ésta, la incidencia disminuye.
Desde el punto de vista epidemiológico se han descrito distintos factores relacionados con un mayor número de casos de otitis media durante los meses de otoño e invierno.
Asimismo, es más frecuente en los niños que acuden a centros escolares o que presentan alteraciones anatómicas en el área rinofaríngea, como el paladar hendido, o que sufren inmunodeficiencias congénitas adquiridas.
En el caso de los bebés, la señal principal de que padecen la infección es la irritabilidad y el llanto. Los menores con esta afección suelen tener fiebre o problemas para dormir y es común  después de un resfriado. 

Tipos

La otitis media que representa el tipo más común de esta afección se clasifica en:

Aguda: Es una enfermedad infecto-contagiosa que afecta al aparato respiratorio y cuyo síntoma principal es la tos. Ésta a su vez se divide en esporádica o de repetición.

Subaguda: Se caracteriza por la presencia de exudado (líquido que se sale del conducto donde se encuentra contenido) en la cavidad del oído medio de manera asintomática o con síntomas muy leves. Si este exudado permanece más de 3 meses, la enfermedad pasa a ser crónica.

Crónica: Se divide a su vez en dos subgrupos, uno de ellos, con exudado que tiene una duración de tres meses y, supurada, que conlleva una supuración mayor a tres meses.
Existe otro tipo de otitis, la externa, que se localiza en la piel que recubre el conducto auditivo externo y se produce típicamente en personas que practican deportes acuáticos, pero también puede estar causada, entre otros motivos, por una sudoración excesiva, por la ausencia de cerumen (que actúa como protector), haber sufrido traumatismos o la introducción de bastoncillos u otros instrumentos en los oídos. El germen que suela estar detrás de estos casos es Pseudomonas aeruginosa.


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