Tapón en el oído
El cerumen es una sustancia natural que genera nuestro
cuerpo y que tiene una importante función para nuestro oído, ya que actúa como
barrera para la entrada de bacterias, así como de lubricante (evita la sequedad
y el picor). No obstante, una acumulación excesiva puede acabar bloqueando el
conducto auditivo y formar tapones en los oídos, que afectan a nuestra audición
y que si no se tratan pueden generar hipoacusia o pérdida auditiva. Te
explicamos el motivo de esta sobreproducción de cera en el oído y cómo
tratarla.
La causa principal de los tapones en el oído es,
curiosamente, la inadecuada limpieza del cerumen en el oído. El uso de
bastoncillos o un exceso de jabón en la zona pueden acabar alterando el proceso
natural de limpieza del oído y generando una sobreproducción de cera.
También hay personas que generan de forma natural un exceso
de cerumen. Se desconoce el motivo, pero se cree que es genético, pues suele
afectar a miembros de una misma familia.
Los síntomas de los tapones en los oídos
La acumulación excesiva de cera puede bloquear el conducto
auditivo y formar tapones en los oídos. Los síntomas asociados más comunes son:
Dolor de oídos: Los tapones en los oídos pueden provocar
dolor en el canal auditivo, donde se acumula el cerumen, pero normalmente son
molestias poco severas.
Autofonía: Cuando una persona tiene tapones en los oídos es
frecuente que note que escucha su propia voz al hablar.
Zumbidos: No sucede en todos los casos, pero es posible que
los tapones en los oídos generen molestos pitidos, los llamados acúfenos o
tinnitus, o incluso mareos de forma ocasional.
Pérdida auditiva: Es el síntoma más frecuente que nos indica
que hay un tapón en los oídos. La persona, de forma repentina, siente que oye
menos. Esta pérdida de audición desaparece en el mismo momento en que el tapón
desaparece.
Perdida de audición
La pérdida de la audición que aparece gradualmente a medida que
envejeces (presbiacusia) es frecuente. Aproximadamente, el 25 por ciento
de las personas en Estados Unidos entre los 55 y los 64 años de edad
tienen cierto grado de pérdida de la audición. En el caso de las personas
mayores de 65 años, la cantidad de personas con cierta pérdida de audición
es de casi 1 en 2.
El
envejecimiento y la exposición crónica a ruidos fuertes son factores
importantes que contribuyen a la pérdida de la audición. Otros factores, como
el exceso de cerumen, pueden evitar temporalmente que los oídos conduzcan las
ondas de manera adecuada.
La mayoría
de los tipos de pérdida de la audición son irreversibles. Sin embargo, no es
necesario que vivas en un mundo de sonidos enmudecidos y poco diferenciados. El
médico o el especialista de la audición y tú pueden tomar algunas medidas para
mejorar la audición.
Síntomas
Los signos y síntomas de la pérdida de la audición pueden ser
los siguientes:
- Amortiguación del habla y de otros sonidos
- Dificultad para comprender palabras, en especial, cuando hay ruido de fondo o en una multitud
- Problema para oír las consonantes
- Pedirles frecuentemente a los demás que hablen más lento, con mayor claridad y más alto
- Necesidad de subir el volumen de la televisión o de la radio
- Abstenerse de participar en las conversaciones
- Evitar algunos entornos sociales
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